Noticias

Gasto o inversión

Recientemente presenciaba en la sala de espera de un centro veterinario cómo una cliente se quejaba del gasto incurrido en servicios y productos para sus mascotas a lo largo del mes: ”Me han bajado el sueldo, cada vez se me hace más cuesta arriba, este mes, entre la consulta, los antiparasitarios y las latas ya llevo gastados más de 180 euros…”. La auxiliar que le atendía escuchaba con mucha educación pero sin rebatir ni objetar el discurso de la cliente. 

¿Nos podemos permitir que un cliente marche de la clínica con la clara sensación de haber “gastado” más dinero del que hubiera deseado?

Para contrarrestar la resistencia natural a deshacernos de nuestro dinero, los consumidores buscamos motivos que compensen ese desembolso. En el momento de pagar, para quedar satisfechos, hemos de percibir que los beneficios que el producto o servicio nos aporta compensan con creces el dinero que pagamos a cambio. 

Hemos de tener muy claro, y así hacérselo entender a nuestros colaboradores, que ni un solo euro pagado por los clientes se trata de un gasto, sino de una inversión. Una vacunación es una inversión en seguridad, un saco de pienso de alta gama es una inversión en salud y calidad de vida, una intervención quirúrgica es una inversión en longevidad para hacer perdurar la necesidad que la mascota satisface. 

Esto convierte nuestro trabajo en un proceso de motivación, por el que damos al cliente motivos para que sienta o perciba que la inversión en los servicios que una clínica veterinaria ofrece le asegura, en cantidad y calidad, las emociones que comparte con su mascota. 

Cuanto mayor información dispongamos acerca de las necesidades básicas que la mascota satisface a su propietario, más fácil nos resultará ligar los beneficios que aportamos, a través de servicios y productos, con dichas necesidades.

 

 Imagenes:cambio-divisas.net

Escribe un comentario

Re- inventa tu negocio

El marketing ha dejado de ser un recurso utilizado para comunicar los beneficios de lo que ofrezco a mi público objetivo. Marketing no es igual a publicidad; es la hora de dejar de priorizar la publicidad para empezar a innovar apostando por lo diferente. 

El cliente de ayer tenía más tiempo, menos opciones donde elegir y mucha menos información. El consumidor de hoy está demasiado ocupado para fijarse en el bombardeo de publicidad al que es sometido, pero busca desesperadamente cosas que resuelvan sus problemas. 

¿Cómo hacer cuando parece que casi todo lo que podemos imaginar ha sido ya inventado? 

Probar y tener la osadía de arriesgar. 

Hagámonos la siguiente pregunta: ¿Qué nos suele costar más: tener buenas y novedosas ideas, o tener la voluntad (y el atrevimiento) de ejecutarlas? 

La experiencia nos muestra que suele ser más costoso lo segundo. Pero ante el nuevo y duro escenario que estamos viviendo cabría preguntarse ¿Qué es más seguro, no hacer nada y dejar la cosas como están, o bien, asumir riesgos? Cada cual tiene su respuesta, mi opción se decanta claramente hacia la segunda. 

Plantéate: ¿Qué haría si pudiera hacer cualquier cosa? ¿Si no tuviera miedo de fracasar? ¿Qué puedo perder? ¿Cuánto puedo ganar?

Prueba para ver lo que funciona y lo que no. Si de 10 intentos sólo 1 funciona, ya conoces 9 maneras de cómo no hacerlo. Explora los límites, si hay límites, debes testarlos. 

Llamar la atención de tus clientes (tanto los actuales como los potenciales) se ha convertido en un activo, y esto pasa por la experiencia que somos capaces de hacerles vivir. Nuestra capacidad de cautivar pasa por la habilidad para captar su atención proponiendo algo diferente. 

¿Cómo puedo hacerlo? 

Tan sólo necesitamos un ingrediente: PASIÓN. Pasión por nuestro trabajo, pasión por nuestros clientes, pasión por hacer algo diferente, pasión por la belleza, pasión por el diseño, pasión por hacer atractivos, estéticos y, sobre todo, emocionantes todos los procesos de nuestro negocio. 

La pasión engendra entusiasmo; no hay emoción más poderosa.

 

¡Si tienes la voluntad, encontrarás el cómo!

 

Imagen:omarcid.cl

Escribe un comentario

Haz que los clientes hablen de ti y de tu negocio

Compartía recientemente en una entrevista el gurú del marketing Seth Godin una idea que invita a la reflexión: “Mientras que el mercado es una conversación, el marketing es una historia”.

La satisfacción de una necesidad relacionada con su mascota es lo que trae al cliente a nuestro negocio. Pero proporcionar el servicio o producto que satisface esa necesidad, con la mejor calidad y a un precio razonable, ya no es suficiente para que el cliente vuelva. 

Los servicios o productos ofrecidos en sí, son invisibles ¿Qué quiere decir esto? En un entorno de exceso de oferta, la calidad es un estándar al alcance de muchos profesionales y exigible por el cliente. El tradicional enfoque por la calidad del servicio que se brinda ha quedado obsoleto; es un requerimiento ineludible, pero ya no te diferencia, y eso es lo mismo que pasar desapercibido. 

¿Por qué he de diferenciarme? 

El mercado conversa y esa conversación tan sólo tiene sentido para resaltar lo negativo y ensalzar lo positivo; divulgar o difundir, en cualquiera de los dos casos, los extremos. Si además, los actores que conforman el mercado hacen uso de las nuevas tecnologías, estamos ante un proceso de propagación viral. 

El cliente satisfecho es poco probable que hable a sus conocidos de ti y de tu negocio; el cliente cautivado, el fans, si lo hará, y aprovechará cualquier ocasión (por ejemplo, paseando a su mascota por el parque o a través de su red social) para propagar tus ideas y las experiencias que les haces vivir. 

Estamos deseando contar y escuchar historias, sobre todo si nos conmueven. No hay historia sin emoción. Tenemos un escenario (nuestro centro), un protagonista (la mascota) y un narrador (el propietario); la emoción la induces tu.

 ¿Conoces otra herramienta de marketing más poderosa? 

 

Imagen:aldeonlinen.com

 

 

Escribe un comentario

La importancia del diseño

En un mundo cada vez más complejo para llegar a tu público objetivo resulta crucial encontrar y mostrar lo que te diferencia. El diseño es el envoltorio, la imagen que hace visible tu marca. 

Un buen diseño no se ve, se experimenta. Un buen diseño de marca engloba no sólo todo el abanico de estímulos sensoriales, sino también el espíritu que hay detrás de lo que ofreces. 

El diseño es, hoy en día, la esencia de toda actividad y debe ser congruente con tu concepto de negocio. 

El impacto que recibe el cliente cuando entra en la sala de espera, es diseño. El trato que se le brinda en la recepción, es diseño. La percepción que capta a través de lo que ve, lo que oye, lo que huele y lo que siente, es diseño. 

La excelencia en el diseño incumbe al proceso del negocio en su conjunto y debe marcar todo lo que hacemos con los clientes, tanto dentro como fuera de nuestro centro. 

El diseño se sustenta sobre tres pilares: innovación, diferenciación y comunicación. 

Innova, reinventa tu negocio y sorprende con nuevos servicios, nuevas propuestas. La incertidumbre en marketing, entendida como la capacidad de sorprender a los clientes, se ha convertido en una necesidad. El cliente espera que le sorprendas. 

Como señalábamos en el post de la pasada semana (https://martinsantos.es/que-estas-haciendo-diferente/), hoy no es suficiente con hacerlo bien, hay que hacerlo diferente. En la diferenciación está la clave del éxito. 

¿No se te ocurre qué comunicar? Las empresas genuinas prosperan sobre la base de sus historias y sus mitos. Crea tu historia y compártela con tus clientes. 

En una sociedad en la que la dependencia tecnológica determina su existencia, cada vez damos más valor a la única capacidad humana que no se puede automatizar: la emoción. Induce emoción a través de los sentidos y marcarás la diferencia.

 

 Imagen:tiendasyempresas.es

Escribe un comentario

¿Qué estás haciendo diferente?

Cuando la caída de los ingresos parece irremediable, cuando fidelizar a los clientes cada vez se hace más difícil, cuando conseguir lo que antes apenas costaba esfuerzo ahora resulta mucho más arduo, cuando luchar contra el pesimismo y el desencanto generalizado se convierte en tarea de titanes…
¿Tu qué estás haciendo diferente? 

La proximidad fue durante muchos años el factor determinante a la hora de elegir la clínica veterinaria donde llevar a tu mascota. Hoy ya no es así; la saturación de la oferta hace que el cliente tenga varias opciones al alcance de su mano ¿Qué estás haciendo para que te elijan a ti o a tu centro? 

Venimos defendiendo que fidelizar ya no es suficiente (https://martinsantos.es/fidelizar-ya-no-es-suficiente/). Hoy, más que nunca, necesitas que los clientes hablen de ti, propaguen tu idea y se conviertan en predicadores de tu causa. Hoy, más que nunca, necesitas fans en lugar de clientes. 

Convierte tu alma, tu corazón y lo que eres en una marca. La marca es el vector a través del cual comunicas con tus clientes quién eres y qué ofreces. Una marca es la traducción de tu personalidad y de tu visión de negocio. 

Una marca es una idea a través de la cual cautivar a los clientes entendiendo qué piensan, cómo sienten y en qué creen. Una marca es seducción. Una marca es compartir un sueño. 

El cliente tiene hoy día acceso a una cantidad ingente de información y ésta (aunque no siempre se pueda o se sepa digerir) genera criterio. Todos lo sabemos: internet se ha convertido en la primera fuente de consulta veterinaria. 

Ayer, en el no tan lejano siglo XX, la marca te ayudaba a triunfar, hoy (en la era 2.0, de las redes sociales, blogs, foros y comunidades virtuales) es condición sine qua non para garantizar la supervivencia. 

La calidad es un estándar a perseguir, imprescindible, pero no suficiente; ya no basta con ofrecer un servicio de calidad y a un precio razonable. Tu trabajo ha de ser, además, reconocible por lo original, único por inimitable, significativo por la necesidad que satisface y memorable por el impacto emocional que genera. Estos cuatro elementos (reconocible, único, significativo y memorable) son los que marcan la diferencia. 

Si no lo has hecho ya, es hora de repensar tu negocio, tu empresa y definir tu marca; piensa en lo que nunca has pensado y hazte las preguntas que, quizás, nunca te has hecho: ¿Qué busca el cliente cuando entra en mi clínica? ¿Cuáles de sus necesidades le estoy satisfaciendo a través de lo que ve, lo que oye y lo que siente? 

Tu negocio necesita nuevas ideas, nuevas estrategias y nuevos conceptos. No podemos afrontar nuevos retos con formas de pensar y hacer pertenecientes al pasado. Veámoslo como una gran oportunidad, como una plataforma de lanzamiento hacia un mundo desconocido cuya realización va a depender de lo que hagamos ahora. La creación de tu futuro comienza hoy. 

Las marcas que triunfan son aquellas que conectan con las necesidades reales y deseos del cliente. Hoy el consumidor no busca productos ni servicios, busca experiencias. El servicio satisface necesidades, las experiencias fidelizan. Un servicio es una transacción, una experiencia es algo memorable. 

¿Te atreves a citar alguna marca de éxito que no ofrezca una experiencia diferente?  

El nuevo escenario que estamos viviendo brinda una gran oportunidad a las empresas pequeñas por su flexibilidad y capacidad de adaptación ¡Invierte en tu propia marca, es el mejor negocio que puedes hacer! Huelga el planteamiento de si me gusta o no la nueva realidad, o te adaptas o desapareces. 

El precio a pagar por no generar e identificarte a través de una marca es ser irrelevante. Si no te diferencian los clientes estás condenado a pasar desapercibido y eso en los negocios significa el olvido. 

¡Ah! Y para lograrlo, necesitas bastante más imaginación que dinero. 

 «Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes»Albert Einstein

 

Imagen:pensarengrandelaclave.blogspot.com

 

1 Comment

Entrevista a Carlos Lacoma. Grupo ASÍS

Inauguramos la sección de entrevistas “Historias de éxito” conversando con Carlos Lacoma, veterinario, editor, fundador y CEO del Grupo ASÍS, compañía de comunicación especializada en crear y divulgar conocimientos en el sector zoosanitario, líder indiscutible en nuestro país y con una espectacular progresión en el mercado mundial de la edición veterinaria.

Conocido por todos los profesionales a través de sus publicaciones ARGOS, ALBEITAR, ESPECIES, ATEUVES y los portales PVArgos y PVAlbeitar.

¿Qué es para ti el éxito Carlos? ¿Cómo lo definirías?

Lo podría definir como satisfacción profesional, la sensación de poder contribuir, ayudar a muchos colegas de profesión en su trabajo del día a día. Es por ello que considero nuestro caso como un éxito. 

¿Qué crees que has aportado a la profesión?

Aportamos en dos sentidos.  El más claro, y el que probablemente ha tenido mayor dimensión, ha sido la formación de los profesionales veterinarios. Llevamos quince años contribuyendo de manera, creo que importante, a la formación y a la información de miles de profesionales en España y en el mundo.

También hemos ayudado mucho a la industria del sector a canalizar sus mensajes. Nos hemos posicionado como una pieza intermedia, una correa de trasmisión muy eficaz para hacer llegar al veterinario todo el valor que las empresas aportan, como por ejemplo programas formativos.

¿Qué crees que has aportado a la sociedad?

Cuantificarlo o valorarlo es muy difícil. Con este trabajo que nosotros hacemos, creando directamente contenidos, o difundiendo contenidos de otros expertos a los profesionales, estamos contribuyendo a mejorar el nivel de cualificación del veterinario y de otros técnicos como ATVs o responsables de comercios especializados en animales de compañía. Un veterinario más informado y mejor formado contribuye de manera muy significativa a mejorar la calidad de vida y el bienestar de la sociedad.

¿A qué has tenido que renunciar para alcanzar el éxito?

A tiempo. A tiempo para dedicar a la familia y a los amigos fundamentalmente.

El esfuerzo es fácil hacerlo cuando te dedicas a lo que te gusta y disfrutas de ello.

Pero al final hay unas horas que son limitadas y tienes que decidir si dedicarlas al trabajo, a la familia o amigos, ahí es cuando juzga la balanza. A lo largo de mi carrera mi renuncia ha sido claramente a tiempo personal.

¿Qué te decías en tu cabeza durante los momentos más difíciles de tu carrera?

En los momentos duros te preguntas ¿vale la pena todo este esfuerzo? Pero como al final, por un lado te gusta lo que haces y, por otro siempre he tenido un sentimiento claro de que estamos en un proyecto con gran aportación social, realmente si ha merecido la pena contribuir a la formación de un gran colectivo como es el de los veterinarios y técnicos del sector.

El esfuerzo y el trabajo se ve recompensado porque hay gente que lo agradece y lo valora, lo disfruta y lo utiliza. Cuando llegues al final de tu carrera profesional y eches la vista atrás y puedas decir: “Me lo he pasado bien, ha merecido la pena, hemos hecho cosas y ha habido gente que las ha usado y disfrutado”.

Además de las revistas, que probablemente sea la línea de productos más conocida, llevamos editados alrededor de 150 libros y se han formado con nosotros unos 10.000 profesionales a través de programas e-learning. Es un orgullo haber contribuido y estar contribuyendo a esto.

¿Qué te han enseñado tus errores?

Yo creo que aprendes tanto de los éxitos como de los errores. La gente suele decir “se aprende más de los errores”. En mi caso he aprendido mucho de los errores, pero también de lo éxitos. Si tuviera que ponderarlo, creo que sería al 50%. Además ese porcentaje lo extrapolo a nuestra aventura empresarial: hemos acertado al 50% y creo que nos hemos equivocado al 50%, con lo cual hemos aprendido a partes iguales por ambos lados. 

¿De quién has aprendido más?

El aprendizaje continuo es una de las facetas más apasionantes de nuestro trabajo. Estamos continuamente en relación con líderes de opinión, tanto especialistas y autoridades en las distintas disciplinas de la veterinaria, como líderes de la industria. Tratamos con gente que tienen un enorme bagaje, un enorme nivel de conocimiento, una enorme experiencia. A ellos les debemos mucho.

Es un enorme privilegio trabajar, como lo hacemos nosotros, con la élite del sector, sean investigadores, técnicos, gente de marketing  o líderes de industria; esta interacción para mi es realmente enriquecedora y, además, duradera a lo largo de los años. Yo salía de hacer visitas a las empresas y me decía “madre mía lo que sabe esta persona” y me iba en el coche dándolo vueltas a lo que había dicho, a las necesidades que tenía, a lo que opinaba…, y salía de otra empresa y era la misma sensación. Y esto durante muchas visitas, muchos años, muchos especialistas, muchos, que al final te van dejando poso.

Luego, a nivel interno en la empresa, te relacionas con un equipo como el que tenemos, de gran nivel, me da igual recursos humanos, diseño grafico, producción o el departamento comercial. Esa interacción con nuestro equipo también te va dejando un poso y enriqueciendo día a día. Al final, tanto los intercambios que te vienen de fuera como los que te vienen de dentro, hacen de nuestro trabajo una experiencia de continuo aprendizaje.

¿Cuáles crees que deben ser las cualidades de un buen líder?

Si liderar consiste en coordinar un equipo para desarrollar un proyecto, hacerlo bien requiere algunas cualidades. Una de ellas es cierta habilidad para comunicar y para inspirar. Otra es la honestidad y la ética, me gusta decir en nuestras reuniones internas que el fin no justifica los medios. Hay que tener también una clara vocación de servicio y ser un referente predicando con el ejemplo. Finalmente en el mundo empresarial también son necesarias cualidades como visión de negocio o de mercado para que el proyecto acabe siendo un éxito.

¿Cuáles son las principales innovaciones que habéis aportado a la profesión y a la sociedad?

Tengo la sensación de que estamos en la misma dinámica de progreso e innovación que la propia sociedad. Cuando nosotros empezamos, en el sector había revistas por suscripción, las recibía poca gente y fuimos los primeros en editar revistas de distribución gratuita,  esto ya supuso una pequeña innovación, de la que se beneficiaban muchos profesionales. Probablemente hayamos sido los primeros en hacer comunicaciones electrónicas dentro de nuestro sector, los primeros en tener portales en internet tanto para veterinarios de animales de compañía como de producción, los primeros en lanzar programas de e- learning, la nuestra ha sido la primera agencia de publicidad especializada en el mundo veterinario. Tenemos proyectos en cartera que cuando salgan al mercado creo que también seremos los primeros. En el formato webseminar estamos siendo pioneros dentro del sector en España, así como en marketing directo disponemos de tecnologías que también han sido pioneras en nuestro mercado.  

¿Qué podemos hacer como colectivo profesional para ejercer más influencia en la sociedad?

Creo que somos muy poco corporativistas y nos vendemos muy mal. Esto nos lo tendríamos que trabajar un poco más, porque la responsabilidad que tenemos y el trabajo real que hacemos es para quitarse el sombrero, pero lamentablemente no llega a la sociedad.

A veces hablamos con gente y dicen “Ah, ¿pero los veterinarios hacéis esto?” Pues sí. En otros países lo han logrado, el mismo trabajo hace un veterinario en España que un veterinario en Francia, muy parecido, sin embargo en Francia es una de las profesiones  con mayor prestigio social y en España probablemente estemos en mitad de la tabla o en la cola ¿Por qué? COMUNICACIÓN,  eso sí que es un buen trabajo de comunicación, porque lo mismo hacemos unos que otros, pero fuera de nuestro país lo han vendido mejor. También es cierto que la propia estructura de la profesión es determinante; en otros países, como nuestro vecino, hay pocos veterinarios. En España creo que el hecho de ser un colectivo tan numeroso juega en contra nuestra. Pero básicamente, no hemos sabido vendernos ante la sociedad.

¿Cuáles son los principales obstáculos que nuestra profesión ha de superar?

Dos cosas. Por una lado, como señalé antes, comunicación. Vender mucho mejor nuestra importantísima aportación a la sociedad. Por otro, arreglar la casa por dentro. Hay muchas facultades, muchos veterinarios en ejercicio y muchos de ellos en paro o atravesando serias dificultades. Esta situación no ayuda, incita la guerra de precios, deteriora la calidad del servicio y, al final, desprestigia la profesión.

En la coyuntura actual ¿Qué oportunidades ves en los diferentes sectores de la veterinaria?

Oportunidades hay muchas. La sociedad siempre necesitará, y cada vez más, de nuestros servicios: calidad y seguridad alimentaria, cuidado y bienestar de las mascotas, prevención de zoonosis, etc. La sociedad va a ser muy exigente, los veterinarios vamos a tener que estar muy preparados para satisfacer las crecientes necesidades. Este es nuestro reto: hacerlo bien para ser cada vez más demandados y valorados.

Por otro lado, sabemos por estudios recientes que para alimentar a la población mundial allá por 2050, hará falta generar el doble de alimentos de los que se producen en la actualidad. Tan sólo el 15% se estima que se obtendrán a través de nuevos recursos naturales, el 85% restante será necesario producirlos mejorando los programas sanitarios y la eficiencia de los sistemas productivos actuales. Nuestro papel y responsabilidad como veterinarios ante este desafío será determinante. Para 2050 no queda tanto, por lo que la necesidad de la profesión veterinaria es ya una realidad y una oportunidad.

Muchísimas gracias Carlos por tus valiosas aportaciones.

Escribe un comentario

Los mejores 20 minutos del día…de tu cliente

¿Te has planteado alguna vez que tu trabajo pueda convertirse en los mejores 20 minutos del día de tu cliente? 

Compartimos una maravillosa profesión: Contribuyendo a mejorar los índices productivos y la rentabilidad de las explotaciones, contribuyendo a la seguridad alimentaria de los consumidores o contribuyendo a facilitar las emociones que la gente comparte con sus mascotas. Sea cual fuere la actividad a la que nos dedicamos, el fin último de nuestra labor es siempre la mejora de la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. 

Los que, además, tenemos la inmensa suerte de basar nuestra actividad profesional en el trato con el cliente, disponemos de la maravillosa oportunidad de regalarle lo que tal vez puedan ser los mejores 20 minutos del día. 

¿Cómo hacer para lograrlo? 

En primer lugar: Creer con convicción que es posible. Nuestra profesión es trascendente, por su importancia y contribución a un mundo mejor ¿Lo tenemos todos así de claro? 

En segundo lugar: Desplegar las suficientes dosis de empatía para entender las motivaciones que llevan al cliente hasta nosotros ¿Qué busca nuestro cliente? Respuesta: Siempre satisfacer una necesidad. Identifiquemos esa necesidad y vinculémosla al servicio o producto que estamos ofreciendo. Pocos acuden a nuestro negocio a pasar el rato. 

En tercer lugar: Amar tu profesión. Gustar no es suficiente para transmitir pasión, la cual se hace evidente a través del entusiasmo. La pasión y su manifestación, el entusiasmo, representan al menos el 50% del éxito en cualquier actividad profesional. 

Nuestro trabajo es trascendente: ¡Hagámoselo ver y sentir a nuestros clientes! 

Nuestros clientes nos necesitan: ¡Vinculemos los beneficios de nuestro servicio con la satisfacción de alguna de sus necesidades básicas! 

Nuestro trabajo es pasión: ¡Nada hay más contagioso que el entusiasmo! 

Integrando estos tres elementos estamos en disposición de contribuir a que los 20 minutos que dedicamos al cliente puedan convertirse en sus mejores 20 minutos del día. 

Plantéatelo como objetivo ¿Y si lo logras?

 

 

Imagen:blog.ididactic.com

 

 

Escribe un comentario

Fidelizar ya no es suficiente

No hace mucho, satisfacer al cliente era garantía de éxito. Tiempo después, satisfacer ya no fue suficiente, fidelizar se convirtió en condición sine qua non para hacer progresar nuestro negocio. Hoy, cuando parece evidente que para el mismo tipo de productos y servicios hay más oferta que demanda ¿tener los clientes satisfechos y fidelizados nos asegura tranquilidad y larga vida a los buenos resultados? 

¿Qué les impide a quienes compiten legítimamente en el mismo mercado satisfacer y fidelizar de la misma manera que lo hacemos nosotros? 

¿Qué podemos hacer diferente para que los clientes nos elijan a nosotros? 

Vendemos servicios relacionados con la sanidad, la alimentación, la producción y el bienestar animal. Resulta iluso pensar que nuestros servicios o productos son mejores que los de la competencia, y puede que lo sean, pero también ellos pueden defender los suyos con argumentos tan sólidos y convincentes como los nuestros. 

Somos nuestro producto, y precisamente lo que somos y cómo somos es lo único que nos puede diferenciar. La relación, el trato, el compromiso, la conexión con el cliente que generamos son únicos e inimitables, porque somos seres únicos e inimitables. Toda relación profesional o comercial (como cualquier relación humana) se gesta dentro de un espacio conversacional tejido a base de emociones; nada hay más original e inimitable que las experiencias que hacemos vivir a los demás, no tanto por lo que hacemos, sino por lo que somos.  

No te conformes con fidelizar a los clientes, crea adeptos. La diferencia entre un cliente fiel y un cliente adepto, es que el primero volverá cada vez que te necesite, mientras que el segundo, además de volver, predicará a favor de tu causa. 

No vendas servicios ni productos, vende experiencias, es lo único que marca la diferencia; y es precisamente esta experiencia la base sobre la que debes construir la estrategia de tu negocio. 

¿Cómo vender esa experiencia? A través de tu establecimiento (si lo tienes), a través de tus empleados (si los tienes), a través de tu web (si la tienes), a través de las redes sociales o a través de ti. Cualquier interacción con el cliente, sea física o virtual, es una magnífica oportunidad. 

Llegar a vender a un cliente puede resultar sencillo pero no te garantiza nada; llegar a su corazón puede que sea más complicado, pero si lo consigues, te lo has ganado como el mejor prescriptor de tus servicios.

 

“Un servicio es una transacción. Una experiencia es algo memorable: lo que marca la diferencia”

 

 Imagen:marketingdepymes.com

Escribe un comentario

Más cerca que nunca

Los gurús de la innovación en el mundo de los negocios llevan tiempo repitiendo que el nuevo paradigma para ser competitivo será la velocidad. Las grandes corporaciones tendrán dificultades para reaccionar con agilidad y operar en el nuevo escenario, por lo que, por primera vez, las empresas pequeñas estarán en clara posición de ventaja.

De lo que ya apenas hay dudas, es que el escenario a escala mundial en el que estamos inmersos no deja de ser una fase de transición, en la cual se están generando una serie de tendencias que van a cambiar totalmente la visión de la empresa y de los modelos de negocio actuales. 

En estos períodos de transición y cambios de paradigma es cuando se generan las grandes ventajas competitivas.  Si sabes cómo interpretar el impacto de las nuevas tecnologías en los hábitos del cliente y cómo afectarán a tu mercado, estarás en disposición de crear un nicho donde desarrollar tu oferta y convertirte en el líder de tu campo.

Nos seguimos preguntando en nuestro sector cual será el impacto de las redes sociales y vemos con dificultad cómo hacer negocio a través de ellas. Nos cuesta romper los patrones a través de los cuales hemos hecho siempre realidad nuestro negocio. 

En una actividad profesional como la nuestra, en la que hay una evidente sobresaturación de la oferta, es más necesario que nunca hacerse visible. Y sólo puedes hacerte visible estando donde tus clientes están. Tenemos en nuestras manos una maravillosa oportunidad para conocer qué dicen, cómo piensan, cómo actúan y, lo que es más importante, cuáles son las necesidades de nuestros clientes, y todo ello en tiempo real. 

Atravesamos un periodo de caos y desorden, es cierto, pero nunca hemos tenido la posibilidad de estar tan cerca del consumidor de nuestros servicios. Probablemente crear e innovar, y adaptar nuestra oferta (en tiempo real) a las necesidades del cliente, sea ahora más fácil que nunca.

 

 

Imagen:juanmerodio.com

 

Escribe un comentario

¿Sabes dónde vas?

¿Qué ocurre cuando no tienes claro una dirección, cuándo no sabes a dónde vas?

La diferencia entre quienes tienen claro su visión y quienes no, es que los primeros pueden ver los obstáculos como peldaños.

 Una visión es como un sueño que nos atrae y nos ayuda a dar lo mejor de nosotros. Las posibilidades que tenemos de desplegar nuestros talentos dependen de hacia dónde pongamos nuestra mirada. Una visión es lo que permite que gente común consiga resultados extraordinarios.

 Tu empresa, tu causa, es un acto de fe, porque estás creando algo de la nada. Para progresar, para avanzar, el máximo reto que afrontas es el cuestionamiento recurrente que, bajo la sombra de la duda, te asalta sin piedad poniendo a prueba la solidez de tu proyecto.

 Lo difícil no es tener una visión, lo difícil es ser fiel a ella y seguir viendo en tu mente, con claridad cristalina, ese lugar hacia donde te diriges, ese lugar que sólo existe en tu cabeza. Y seguir viéndolo incluso cuando nadie más lo ve; sobre todo, cuando nadie más lo ve.

 Esa visión alimenta la pasión, como estado que predispone a la acción, la cual se hace evidente a través del entusiasmo. La realidad de tu proyecto depende del grado de entusiasmo que le pongas, nada hay más contagioso.

 Sólo la visión permite respaldar tu desempeño con fuerza de voluntad y determinación. Toma la decisión de no rendirte nunca a pesar de las dificultades y tu autoestima se reforzará de inmediato. Haber decidido persistir hasta alcanzar el éxito marcará tu personalidad y te hará más fuerte y poderoso.

 “Lo peor es ver y no tener una visión. Cómo ves el futuro afecta a cómo vives el presente” Hellen Keller

 

 

imagen:pdinteractiva.blogspost.com

Escribe un comentario