Según informa elmundo.es, en las últimas tres décadas, se han registrado más de 12.000 epidemias que han afectado a 44 millones de personas, según datos recogidos en un análisis global publicado en la revista Journal of the Royal Society Interface.
El mundo cada vez se enfrenta a más brotes infecciosos: enterovirus, tuberculosis, cólera, sarampión, varias cepas de gripe y hepatitis… Los investigadores responsables del estudio, realizado en la Universidad de Brown, examinaron los datos de las epidemias registradas desde 1980 hasta 2013 en un total de 219 países. Se apoyaron en la documentación almacenada en la Red Global de Epidemiología de las Enfermedades Infecciosas (Gideon).
Concretamente, contabilizaron 12.102 brotes de 215 enfermedades infecciosas. El 65% de éstas eran zoonosis, es decir, provienen de animales, como es el caso del ébola, un virus transmitido por los murciélagos y que se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona.
«Vivimos en un mundo donde la gente está cada vez más interconectada entre sí y con los animales, donde habitan numerosos agentes patógenos», argumenta Katherine Smith, profesor asistente de Biología y una de las autoras principales de la investigación, junto con Sohini Ramachandran, profesor asistente de bioestadística. «Estas conexiones crean oportunidades para que los patógenos crucen fronteras y evolucionen en cepas nuevas y más fuertes que en el pasado». De hecho, según las conclusiones de este trabajo, en total, las zoonosis han causado el 56% de los brotes desde 1980.
La Red Global de Epidemiología de las Enfermedades Infecciosas define un brote como «el aumento en el número de casos de la enfermedad más allá de lo que normalmente se esperaría en una comunidad determinada, área geográfica o en un tiempo delimitado».
Los números en bruto reflejaron un fuerte aumento en el número de brotes a nivel mundial. Entre 1980 y 1985 hubo menos de 1.000 y entre 2005 y 2010, los casos se multiplicaron por tres, casi 3.000. En esos mismos plazos, el número de enfermedades responsables de las epidemias pasó de menos de 140 a alrededor de 160.
Para Smith y sus colegas, el aumento podría deberse a factores tales como una mejor presentación de informes de los brotes registrados y el correcto intercambio de información. Con esta documentación, los investigadores hicieron también un análisis sobre la repercusión económica. Cotejaron la incidencia de las epidemias con los datos del Producto Interior Bruto (PIB) de cada país, la densidad de población, entre otras variables. Así es como observaron que, en términos de renta per cápita, el impacto de los brotes está disminuyendo, ya que tienden a afectar a una proporción cada vez menor de la población mundial.
Las principales epidemias y zoonosis
A partir del análisis, el equipo de científicos dirigido por Smith no sólo fue capaz de realizar un seguimiento de las tendencias en el número total de brotes en cada país y en todo el mundo, también recopilaron el top 10 de las enfermedades que cada década causa mayor número de brotes.
Para las zoonosis, entre 2000 y 2010, la Salmonella se sitúa claramente a la cabeza (en la imagen), seguida por la bacteria Escherichia coli, el virus Influenza A (gripe), hepatitis A, ántrax, la fiebre del dengue, Shigelosis (causada por un grupo de bacterias llamada Shigella), tuberculosis, chikingunya y la triquinosis (originada por el parásito Trichinella spiralis).
En comparación con décadas pasadas, el chikungunya (un virus transmitido por mosquitos) es un nuevo vector en la lista de brotes de la última década. Está afectando a gran parte del Caribe y América Central, igual que ocurrió con la gripe A. Al contrario, otras enfermedades como la campilobacteriosis, la criptosporidiasis y la hepatitis E, principales infecciones en décadas pasadas, han dejado de serlo en los últimos años.
En cuanto a las infecciones específicamente humanas, la gastroenteritis lideró la lista del 2000, seguida por el cólera, el sarampión, enterovirus, la meningitis bacteriana, la legionelosis, la fiebre tifoidea y la fiebre entérica, el rotavirus, la parotiditis y la tos ferina (tos convulsiva). Los recién incorporados en este listado, respecto a los anteriores años, fueron la parotiditis y la tos ferina, pero los adenovirus y la rubeola han dejado de tener protagonismo.
Haciendo una valoración general, Smith expone que, aunque el mundo parece hacer frente a un número creciente de brotes infecciosos de una variedad cada vez mayor de pequeños enemigos, «estamos mejorando nuestros sistemas públicos de salud […] Nuestros datos sugieren mejoras globales en la prevención, la detección precoz, el control y el tratamiento, cada vez más eficaces en la reducción del número de personas infectadas».
No obstante, el estudio de este grupo de expertos en el departamento de Ecología y Biología Evolutiva continúa, para observar cómo afecta en los patrones globales de las enfermedades infecciosas el clima, por ejemplo. Un mundo más cálido, con paisajes alterados y más urbano, sin duda, cambiará la fotografía de las enfermedades infecciosas globales.