Inauguramos la sección de entrevistas “Historias de éxito” conversando con Carlos Lacoma, veterinario, editor, fundador y CEO del Grupo ASÍS, compañía de comunicación especializada en crear y divulgar conocimientos en el sector zoosanitario, líder indiscutible en nuestro país y con una espectacular progresión en el mercado mundial de la edición veterinaria.
Conocido por todos los profesionales a través de sus publicaciones ARGOS, ALBEITAR, ESPECIES, ATEUVES y los portales PVArgos y PVAlbeitar.
¿Qué es para ti el éxito Carlos? ¿Cómo lo definirías?
Lo podría definir como satisfacción profesional, la sensación de poder contribuir, ayudar a muchos colegas de profesión en su trabajo del día a día. Es por ello que considero nuestro caso como un éxito.
¿Qué crees que has aportado a la profesión?
Aportamos en dos sentidos. El más claro, y el que probablemente ha tenido mayor dimensión, ha sido la formación de los profesionales veterinarios. Llevamos quince años contribuyendo de manera, creo que importante, a la formación y a la información de miles de profesionales en España y en el mundo.
También hemos ayudado mucho a la industria del sector a canalizar sus mensajes. Nos hemos posicionado como una pieza intermedia, una correa de trasmisión muy eficaz para hacer llegar al veterinario todo el valor que las empresas aportan, como por ejemplo programas formativos.
¿Qué crees que has aportado a la sociedad?
Cuantificarlo o valorarlo es muy difícil. Con este trabajo que nosotros hacemos, creando directamente contenidos, o difundiendo contenidos de otros expertos a los profesionales, estamos contribuyendo a mejorar el nivel de cualificación del veterinario y de otros técnicos como ATVs o responsables de comercios especializados en animales de compañía. Un veterinario más informado y mejor formado contribuye de manera muy significativa a mejorar la calidad de vida y el bienestar de la sociedad.
¿A qué has tenido que renunciar para alcanzar el éxito?
A tiempo. A tiempo para dedicar a la familia y a los amigos fundamentalmente.
El esfuerzo es fácil hacerlo cuando te dedicas a lo que te gusta y disfrutas de ello.
Pero al final hay unas horas que son limitadas y tienes que decidir si dedicarlas al trabajo, a la familia o amigos, ahí es cuando juzga la balanza. A lo largo de mi carrera mi renuncia ha sido claramente a tiempo personal.
¿Qué te decías en tu cabeza durante los momentos más difíciles de tu carrera?
En los momentos duros te preguntas ¿vale la pena todo este esfuerzo? Pero como al final, por un lado te gusta lo que haces y, por otro siempre he tenido un sentimiento claro de que estamos en un proyecto con gran aportación social, realmente si ha merecido la pena contribuir a la formación de un gran colectivo como es el de los veterinarios y técnicos del sector.
El esfuerzo y el trabajo se ve recompensado porque hay gente que lo agradece y lo valora, lo disfruta y lo utiliza. Cuando llegues al final de tu carrera profesional y eches la vista atrás y puedas decir: “Me lo he pasado bien, ha merecido la pena, hemos hecho cosas y ha habido gente que las ha usado y disfrutado”.
Además de las revistas, que probablemente sea la línea de productos más conocida, llevamos editados alrededor de 150 libros y se han formado con nosotros unos 10.000 profesionales a través de programas e-learning. Es un orgullo haber contribuido y estar contribuyendo a esto.
¿Qué te han enseñado tus errores?
Yo creo que aprendes tanto de los éxitos como de los errores. La gente suele decir “se aprende más de los errores”. En mi caso he aprendido mucho de los errores, pero también de lo éxitos. Si tuviera que ponderarlo, creo que sería al 50%. Además ese porcentaje lo extrapolo a nuestra aventura empresarial: hemos acertado al 50% y creo que nos hemos equivocado al 50%, con lo cual hemos aprendido a partes iguales por ambos lados.
¿De quién has aprendido más?
El aprendizaje continuo es una de las facetas más apasionantes de nuestro trabajo. Estamos continuamente en relación con líderes de opinión, tanto especialistas y autoridades en las distintas disciplinas de la veterinaria, como líderes de la industria. Tratamos con gente que tienen un enorme bagaje, un enorme nivel de conocimiento, una enorme experiencia. A ellos les debemos mucho.
Es un enorme privilegio trabajar, como lo hacemos nosotros, con la élite del sector, sean investigadores, técnicos, gente de marketing o líderes de industria; esta interacción para mi es realmente enriquecedora y, además, duradera a lo largo de los años. Yo salía de hacer visitas a las empresas y me decía “madre mía lo que sabe esta persona” y me iba en el coche dándolo vueltas a lo que había dicho, a las necesidades que tenía, a lo que opinaba…, y salía de otra empresa y era la misma sensación. Y esto durante muchas visitas, muchos años, muchos especialistas, muchos, que al final te van dejando poso.
Luego, a nivel interno en la empresa, te relacionas con un equipo como el que tenemos, de gran nivel, me da igual recursos humanos, diseño grafico, producción o el departamento comercial. Esa interacción con nuestro equipo también te va dejando un poso y enriqueciendo día a día. Al final, tanto los intercambios que te vienen de fuera como los que te vienen de dentro, hacen de nuestro trabajo una experiencia de continuo aprendizaje.
¿Cuáles crees que deben ser las cualidades de un buen líder?
Si liderar consiste en coordinar un equipo para desarrollar un proyecto, hacerlo bien requiere algunas cualidades. Una de ellas es cierta habilidad para comunicar y para inspirar. Otra es la honestidad y la ética, me gusta decir en nuestras reuniones internas que el fin no justifica los medios. Hay que tener también una clara vocación de servicio y ser un referente predicando con el ejemplo. Finalmente en el mundo empresarial también son necesarias cualidades como visión de negocio o de mercado para que el proyecto acabe siendo un éxito.
¿Cuáles son las principales innovaciones que habéis aportado a la profesión y a la sociedad?
Tengo la sensación de que estamos en la misma dinámica de progreso e innovación que la propia sociedad. Cuando nosotros empezamos, en el sector había revistas por suscripción, las recibía poca gente y fuimos los primeros en editar revistas de distribución gratuita, esto ya supuso una pequeña innovación, de la que se beneficiaban muchos profesionales. Probablemente hayamos sido los primeros en hacer comunicaciones electrónicas dentro de nuestro sector, los primeros en tener portales en internet tanto para veterinarios de animales de compañía como de producción, los primeros en lanzar programas de e- learning, la nuestra ha sido la primera agencia de publicidad especializada en el mundo veterinario. Tenemos proyectos en cartera que cuando salgan al mercado creo que también seremos los primeros. En el formato webseminar estamos siendo pioneros dentro del sector en España, así como en marketing directo disponemos de tecnologías que también han sido pioneras en nuestro mercado.
¿Qué podemos hacer como colectivo profesional para ejercer más influencia en la sociedad?
Creo que somos muy poco corporativistas y nos vendemos muy mal. Esto nos lo tendríamos que trabajar un poco más, porque la responsabilidad que tenemos y el trabajo real que hacemos es para quitarse el sombrero, pero lamentablemente no llega a la sociedad.
A veces hablamos con gente y dicen “Ah, ¿pero los veterinarios hacéis esto?” Pues sí. En otros países lo han logrado, el mismo trabajo hace un veterinario en España que un veterinario en Francia, muy parecido, sin embargo en Francia es una de las profesiones con mayor prestigio social y en España probablemente estemos en mitad de la tabla o en la cola ¿Por qué? COMUNICACIÓN, eso sí que es un buen trabajo de comunicación, porque lo mismo hacemos unos que otros, pero fuera de nuestro país lo han vendido mejor. También es cierto que la propia estructura de la profesión es determinante; en otros países, como nuestro vecino, hay pocos veterinarios. En España creo que el hecho de ser un colectivo tan numeroso juega en contra nuestra. Pero básicamente, no hemos sabido vendernos ante la sociedad.
¿Cuáles son los principales obstáculos que nuestra profesión ha de superar?
Dos cosas. Por una lado, como señalé antes, comunicación. Vender mucho mejor nuestra importantísima aportación a la sociedad. Por otro, arreglar la casa por dentro. Hay muchas facultades, muchos veterinarios en ejercicio y muchos de ellos en paro o atravesando serias dificultades. Esta situación no ayuda, incita la guerra de precios, deteriora la calidad del servicio y, al final, desprestigia la profesión.
En la coyuntura actual ¿Qué oportunidades ves en los diferentes sectores de la veterinaria?
Oportunidades hay muchas. La sociedad siempre necesitará, y cada vez más, de nuestros servicios: calidad y seguridad alimentaria, cuidado y bienestar de las mascotas, prevención de zoonosis, etc. La sociedad va a ser muy exigente, los veterinarios vamos a tener que estar muy preparados para satisfacer las crecientes necesidades. Este es nuestro reto: hacerlo bien para ser cada vez más demandados y valorados.
Por otro lado, sabemos por estudios recientes que para alimentar a la población mundial allá por 2050, hará falta generar el doble de alimentos de los que se producen en la actualidad. Tan sólo el 15% se estima que se obtendrán a través de nuevos recursos naturales, el 85% restante será necesario producirlos mejorando los programas sanitarios y la eficiencia de los sistemas productivos actuales. Nuestro papel y responsabilidad como veterinarios ante este desafío será determinante. Para 2050 no queda tanto, por lo que la necesidad de la profesión veterinaria es ya una realidad y una oportunidad.
Muchísimas gracias Carlos por tus valiosas aportaciones.